Comentario diario
Parroquia San Eduardo y San Atanasio
- Dureza de los habitantes de Nazaret. Conocían a Jesús y a su familia. Jesús predica en la sinagoga del pueblo de su infancia. El auditorio pasa del entusiasmo a la exasperación. Quedan sorprendidos por la autoridad con la que Jesús habla, pero no están abiertos a la fe. Jesús, al poner ejemplos tomados del Antiguo Testamento y que se refieren a personas no pertenecientes al pueblo de Israel, les previene frente al peligro de sentirse ya seguros y de estar cerrados a la gracia.
- Además de extranjeros, la mujer era viuda y Naamán, leproso. Ambos experimentaban la necesidad de ser socorridos y sanados. La viuda en situación extrema por la sequía y presta a morir con su hijo. Naamán no encuentra quien pueda limpiarle de su enfermedad. Ambos se abren a la acción de Dios por su confianza en la palabra de Elías y de Eliseo. Reconocer que necesito una salvación que no puedo darme a mí mismo. Formo parte del grupo de todos los que han de ser curados por Él. Jesús nos trae la salvación.
- Advertencia para este tiempo de Cuaresma. Pedir el don de la fe sincera y sencilla. No la que se queda meramente en verdades lejanas que no se cuestionan sino la que abre el corazón para que Jesús pueda intervenir en mi vida.
- Preocupación por la guerra en Ucrania. El Papa ha anunciado que consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María el próximo viernes, solemnidad de la Anunciación del Señor. Juan Pablo II Consagró Rusia ese mismo día de 1984. El papa ha pedido a los Obispos de todo el mundo que se unan. Preparar la Consagración, con confianza en María. Sólo Jesús puede traer la paz a los corazones de los hombres y extenderla a la relación entre los pueblos. Entró en el mundo por María y por su mediación continúa ofreciéndonos dones y gracia. A nuestra Madre encomendamos a todos los que están sufriendo y también los corazones de los hombres para que sean transformados por su Hijo.